viernes, 22 de junio de 2007

Parte de guerra: el orden de los cadaveres sobre el campo de batalla(o el amor en tiempos de guerra)


Ejercicio de admiración (o de la ficción.)

“Escribiendo hasta que cae la noche
con un estruendo de los mil demonios.
Los demonios que han de llevarme al infierno
Pero escribiendo.”
R. Bolaño

Amada Shangai Lu:

Ya te dije desde donde escribo, pero no dije ni por que escribo ni para que escribo.
Se que te amo por que estas palabras salen cuando el sol se pone y es el amanecer de la escritura.
Se que te amo por que nada de esto que he escrito, y que ahora lees, existiría sin ti.
Se que te amo por que eres un adversario enorme y glorioso, y no un simple enemigo, eres la compañera que quiero para mis días, para mis noches y para mis letras. Escribirte es para mí un ejercicio de admiración.

Te amo, y esa es mi primera verdad, mi axioma, mi arrebato.

¿De que sirve escribir, leer, ficcionar, dormir, tal vez soñar?, de nada solo para escribir, y con eso me basta.
Nada me puede impedir que escriba sobre los autores que amo soñando que soy como ellos, o soñando que soy un escritorcillo enamorado, esa es mi libertad. ¿Por que no he de hacerlo?
¿Por qué no hacer teología con la fervorosa fe de un ladrón de bancos que se juega el pellejo cada día (con toda su crueldad innecesaria, con todo un contrabando de verdades y mentiras que abren las puertas de algo difuso y quizás falso, pero que de cierta forma, salvan…)?
¿Por qué no hacer filosofía con la ardiente ansia de un detective privado que ata los cabos sueltos de un crimen, de un asesinato, de un secuestro (se perdió lo real, o quizás el ser, quizás el sentido… no se preocupe señorita, déjelo en mis manos, estos son mis honorarios…)?
¿Por qué no amarte y escribirte como si fuéramos dos seres de leyenda (que ambos sabemos somos ya hace tiempo), tu una doncella oriental misteriosa y eterna, yo un marinero de una corona invisible, un imperio que no existe (el cementerio de la literatura, donde construimos nuestras catedrales), cazando ballenas blancas, negras, reinas azules…. o tu una mujer china con el nombre del océano, o con el nombre del color del océano, o un lugar azul del océano azul, el lugar mas azul, el lugar mas profundo, el misterio donde todo marinero desea naufragar…?
¿Por que no he de hacerlo?
“Los escritores no sirven para anda, la literatura no sirve para nada. La literatura sirve solo para la literatura. Para mi eso es suficiente. Con respectos las injusticias, un escritor, adema de ser un escritor, es una persona….”

Si solo eso es la literatura. La literatita no salva, no salvo ni salvara a nadie, a nadie, no cambiara al mundo, siquiera lo hará al sociología, la filosofía, la ciencia, solo los hombres, que nacen del los hombres, de sangre, de rabia, de amor, algo que nace entre fusiles y canciones, y muchachas entre espigas altas, con la violencia de la historia, en el parto violento de la revolución, pero no al literatura. La literatura sirve solo para la literatura, pero con eso me basta. Por que me da vida.
La vida, de eso que no puedo, ni quiero escapar, como no quiero escapar de ti, la vida…
La literatura no sirve para nada, salvo para mantenerme vivo, y golpear la vida con la cacha de mi revolver.


Para que sirve un libro (forma, magnitud, intensidad.)


“No se quien soy, pero se lo que hago y, sobre todo, se lo que no hago ni haré jamás” R. Bolaño

No hay buena literatura ni mala literatura. Solo hay literatura u hojas manchadas, papel pintado.
La literatura es traspasar el papel y ponerse a al orilla del riesgo, un riesgo innecesario, permanente (escritores, cazadores de ballena, ladrones de banco, detectives privados, guerrilleros todos lo mismo, todos uno…), es pararse en el territorio de las colisiones y de los desastres ( los infinitos, los de la clase y las preguntas grandes y pesadas como bloques de granito, pero también los cotidianos, los del barrio, los del niño que se deja violar fumando paco, los del mundo que se hace duro y encierra en su centro un alma blanda…) la literatura es una teoría de las catástrofes, reales, imaginarias o reales que se hacen imaginarias, o imaginarias que se hacen reales. Un espacio en blanco, tan tan tan semejante a la vida, como un paréntesis (un espacio en blanco rodeado por el principio, bordeado por el final…)

El escritor realiza su desafío, se mira a si mismo en un enrome espejo negro, y descubre en esta oscuridad el destino de una escritura o un silencio, que es la otra gran parte de la escritura, lo no-dicho, lo que se calla. Hay una reflexión que realiza Deleuze sobre que es lo que hace la filosofía, y es una reflexión simple y bella: la filosofía inventa conceptos, nada menos, anda más. Y encontramos también en este filosofo una respuesta por la poesía, por el acto de creación.
Bueno, Deleuze da una respuesta al problema de que hace la poesía. Una respuesta interesante y simple, citando a otro filósofo y esteta francés: Malraux. Malraux desarrolla un buen concepto filosófico, dice una cosa muy simple sobre el arte, que es lo que nos interesa, en especial la literatura, es un concepto filosófico tremendo. Que dice del arte? Pues dice que el arte es una cosa que intenta resistir a la muerte, es un acto de resistencia a la muerte.
La literatura no sirve para anda, peor nos ayuda a resistir a la muerte, por que como dice mi viejo amigo Bolaño: “Lo brutal siempre es la muerte. Ahora y hace años y dentro de unos años: lo brutal siempre es la muerte.” Las obras de arte, las verdaderas (y aunque se unjan en oscuridad, un velo de desesperación y tristeza, como algunas personas, como algunos amores incluso…), siempre apuntan a la salvación del hombre, a robar el fuego de la vida a los dioses aunque sea por la mera enunciación del crimen, como diría un detective privado a punto de morir…. Tarkovski, el director de cine ruso, termina por enunciar: “La creación artística es por definición una negación de la muerte. Por lo tanto es optimista, aun si en un sentido ultimo el artista es trágico”

Podemos vivir sin leer, y podemos leer sin vivir, el asunto, el desafió, es vivir a la magnitud de lo leído, en la intensidad de lo leído, resistir, vivir, en la profundidad oscura, en al luz extraña que se presencia en los abismos. Caminar pro el fuego o entre las catástrofes… Por eso un libro no sirve para nada (menos todavía un escritorcillo, solo un juego hedonista, o solo un acto de resistir, que importa…) si no es para abrir un espacio en al vida, que abrirá un espacio en al literatura, que abrirá un espacio en la vida… “Nunca hay que preguntar que quiere decir un libro., significado o significante, en un libro no hay anda que comprender, tan solo hay que preguntarse con que funciona, en conexión con que hace pasar (o pensar) o no intensidades, en que multiplicidades introduce y metamorfosea la suya, con que cuerpos hace converger el suyo. Un libro solo existe gracias al afuera y al exterior” (Deleuze y Guattari). Un libro no sirve para nada, una vida que lee es lo que sirve
Lo que resiste
Lo que vence
Es un amor en tiempos de guerra. El amor de una princesa oriental. Al final solo nosotros dos aun.


El contrabando (o porque escribí)



“Ahora que quizás, en un año de calma,
piense: la poesía me sirvió para esto:
no pude ser feliz, ello me fue negado,
pero escribí.

Escribí: fui la víctima
de la mendicidad y el orgullo mezclados
y ajusticié también a unos pocos lectores;
tendí la mano en puertas que nunca, nunca he visto;
una muchacha cayó, en otro mundo, a mis pies.

Pero escribí: tuve esta rara certeza,
la ilusión de tener el mundo entre las manos
-¡qué ilusión más perfecta! como un cristo barroco
con toda su crueldad innecesaria-
Escribí, mi escritura fue como la maleza
de flores ácimas pero flores en fin,
el pan de cada día de las tierras eriazas:
una caparazón de espinas y raíces

De la vida tomé todas estas palabras
como un niño oropel, guijarros junto al río:
las cosas de una magia, perfectamente inútiles
pero que siempre vuelven a renovar su encanto.

La especie de locura con que vuela un anciano
detrás de las palomas imitándolas
me fue dada en lugar de servir para algo.
Me condené escribiendo a que todos dudarán
de mi existencia real,
(días de mi escritura, solar del extranjero).
Todos los que sirvieron y los que fueron servidos
digo que pasarán porque escribí
y hacerlo significa trabajar con la muerte
codo a codo, robarle unos cuantos secretos.
En su origen el río es una veta de agua
-allí, por un momento, siquiera, en esa altura-
luego, al final, un mar que nadie ve
de los que están braceándose la vida.
Porque escribí fui un odio vergonzante,
pero el mar forma parte de mi escritura misma:
línea de la rompiente en que un verso se espuma
yo puedo reiterar la poesía.

Estuve enfermo, sin lugar a dudas
y no sólo de insomnio,
también de ideas fijas que me hicieron leer
con obscena atención a unos cuantos psicólogos,
pero escribí y el crimen fue menor,
lo pagué verso a verso hasta escribirlo,
porque de la palabra que se ajusta al abismo
surge un poco de oscura inteligencia
y a esa luz muchos monstruos no son ajusticiados.

Porque escribí no estuve en casa del verdugo
ni me dejé llevar por el amor a Dios
ni acepté que los hombres fueran dioses
ni me hice desear como escribiente
ni la pobreza me pareció atroz
ni el poder una cosa deseable
ni me lavé ni me ensucié las manos
ni fueron vírgenes mis mejores amigas
ni tuve como amigo a un fariseo
ni a pesar de la cólera
quise desbaratar a mi enemigo.

Pero escribí y me muero por mi cuenta,
porque escribí porque escribí estoy vivo.”
E. Lihn


Amarte es uan forma de resistir, de vivir, talves de soñar...
tu escritorcillo, desde altamar, robando bancos, cazando ballenas y atando cabos sueltos de un crimen que jamas existio

3 comentarios:

Anita dijo...

Moragaux,

buenísimo el relato.

Y sí, se trata de resistir.

Besos!

Anita dijo...

Voy a armar bardo, cachengue y demases para que este block vuelva!!

Qué vuelva el fuego!

Besos!

EmmaPeel dijo...

mora vuelve de una vez? dealé