martes, 19 de junio de 2007

Nuevo Parte de Guerra (u otra carta de nuestra ficción)


Amada Shangai Lu:

“Tu silencio es una nave con todas las velas llenas...
Blandas, las brisas juegan en las flámulas, tu sonrisa...
Y tu sonrisa en tu silencio es la escalera y las andas
con que me finjo más alto y junto a cualquier paraíso...” F. Pessoa


De regreso en mi frió camarote, congelado, miro como tu me dibujaste el cuarto extraño y polar, camarada tortura, cámara frigorífica, morgue. Te extraño y tengo unas ganas locas, un loco afán, de volver a ti.
Pero así son las cosas
Vos regresas a la corte y a tu castillo.
Yo a mi navegación sin fin, junto con mis marineros chinos, y un nuevo tripulante, el joven Ismael, un simpático rufiancillo que me habla de su antigua aventura, junto a el traía un diario de navegación, y una carta del Capitán Bolaño.

La historia era extraña.
Un barco: el Pecquod.
Un capitán, el viejo Ahab
Un enemigo: una ballena blanca.

Accedió sumarse a mi tripulación a cambio de nada, dice que después del incidente de la ballena no puede dejar el mar, como alguien que no puede dejar una ciudad arrasada por al guerra, es divertido y charlatán, nos divierte con sus historias… un muchacho arrastrado por la marea, el, como yo, ya no perteneces a ningún país que no sea un barco, un libro, una princesa oriental, por que los países, y por que no decirlo, la tierra entera parece un muro que se descascara y que luego llega alguien y vuelve a pintarla, o quiere echar el muro abajo... Somos sobrevivientes sobre el océano con un puñado de hojas de papel que nos impiden ahogarnos, que flotan tras el naufragio, el aluvión o que tramitan su visado para habitar la Atlántida.

Quizás hoy cuando sueñe atraviese el mar infinito, que se parece a i, y encuentre ballenas blancas y barcos hundidos, y a “La Universidad Desconocida” junto a su capitán, el viejo Bolaño, esperándome. Quizás sueñe como un niño afiebrado con un paisaje quebrado, con una mujer que devoro a besos, con una pabellón de oro de la china que me absorbe y, alumbrándome, me extravía, con una princesa que tiene su corazón inflamado latiendo con la furia del encefalograma del capitán Ahab, del joven Ismael, de la ballena blanca. Un sueño de humedad y amor que hace que la luna, al vernos, se ponga roja y arda, pero siempre menos que nosotros. Soñar contigo Shangai Lu es soñar con toda la belleza posible, y con una belleza nueva, que esquiva, puede estar por venir…, pienso en ti como quien piensa en un pájaro que canta o en un grano de pólvora listo para explotar delante de mí.

Yo sigo, y te extraño.
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El texto avanza y avanza, como un tejido nervioso central que se va proyectando de a poco sobre la página en blanco y yo pienso en ti como quien piensa en una idea colosal que no deja escapar detalle ni tesis, ni antitesis ni síntesis sin su perfecta maquinaria. Un grano de pólvora listo para explotar delante de mí.

Te extraño desde esta extraña soledad en que me encuentro, rodeado de libros y palabras. Pero rodeado también de esa posibilidad de volver a encontrarte. Tu, mi princesa oriental (que siente una antipatía innata por los censores y los varones probos… pero especialmente por los redentores de sotana) .

Me llego una extraña carta del Capitán Bolaño, era breve y me hizo sonreír, sin duda el otro día me vio con su catalejo y se apiado un poco de mi, su perseguidor. Escribió, con una caligrafía mas de criminal que de marino, la siguiente misiva: “Has sido malo, pero el amor de una mujer hizo que te volvieras bueno, por eso te perdono.
Para ser tripulante de mi goleta no hay ningún requisito. Un poco de generosidad, un poco de inteligencia, pero no mucha, solo un poco. Algo de valor, no mucho, solo un poco
Tu enemigo:
Capitán R. Bolaño”


Tras leerla y reír, y entender un poco mas de su extraña matemática, se que mañana alcanzare su nave. Todo gracia a ti. Puse al redero de mi cama seis monedas de oro del oriente, sobre ella seis libros (“De las constelaciones que nos atraviesan”, “De la paradoja y del destino”, ” De la conveniencia de no explicarse demasiado”, “Del triunfo de los esclavos”, “Lo que nos pertenece bajo una solicitación muy sutil”, “De la alegría desconocida”), y sobre hojas de estos abiertas al azar, seis balas, el revolver sobre mi almohada y yo en el centro, rodeado de mis notas, de mis poemas, de mis cartas marítimas de navegación, y me dispuse a dormir, a soñar… mi kabala, mi sistema adivinatorio. Ya encontré el tejido central. Ahora solo falta cubrir el texto de huesos, de músculos, de piel… ya casi atrape a Bolaño…

(Ahora, a estas horas cansado y sin dormir, casi por atrapar al viejo Bolaño se en que se parece el amor a escribir, mientras intento tejer la telaraña que rige las leyes extrañas de la literatura y el crimen… Se que el acto de escribir, como el de amar, es un acto de valor y un acto de humildad. En el momento de escribir no queda lugar sino para estas. Antes que yo hubo cientos, miles de escritores que como yo se sentaron en una mesa , a trabajar con los mismos materiales, pluma, tinta. Escritores enormes que leo y releo, escritores mínimos que la historia borro Imposible sentir arrogancia. Ahí solo cabe sentir humildad, como en el corazón de una iglesia o una sinagoga, o un valor para arrojarse al vació de lo que pueda pasar.)

En la sala de lecturas del Infierno, una cámara frigorífica, una barco perdido en un océano de noche, una especie de morgue o sala de tortura. En el club de aficionados a la novela negra.
En los patios escarchados. En los dormitorios de tránsito
En los caminos de hielo. Cuando ya todo parece más claro
Y cada instante es mejor, por que me acerca más a una exótica doncella china.
Y menos importante, por que me invade una paz, tan extraña como el amor, como un puñado de pastillas que me regalaste, como un puñado de monedas antiguas o un puñado de balas.
Con un cigarrillo en la boca y sin miedo
A veces
con los ojos a medio cerrar… Y 24 años.

Un servidor

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No se si estoy al nivel de tu lector, ni mucho menos al nivel del escribiente. Solo puedo comentar que me gusto y me quedo en el paladaruna parte "Soñar contigo Shangai Lu es soñar con toda la belleza posible, y con una belleza nueva, que esquiva, puede estar por venir…, pienso en ti como quien piensa en un pájaro que canta o en un grano de pólvora listo para explotar delante de mí." y no quiero q se escape.

Editor LINGUA QUILTRA dijo...

clarto, hermano. estamos en contacto... me enamoré de betty page.