domingo, 3 de junio de 2007

Para un gran viejo amor (un amor finito que se soño infinito)... Constanza


Ariadna (Variaciones sobre un mito griego)


"No hay que empezar a odiarse cuando hay que amarse/ soy tu laberinto"
Dionisio a Ariadna

1) pensar una mujer es
pensar siempre en Ariadna.
Siempre dispuesta la matanza de las bestias
Y mantiene firme su hilo
Como un cordón umbilical.

2) Pensarse uno como un laberinto
Donde a cada paso se pierde el centro
Donde a cada paso me pierdo de mi
Me des/ centra
Y es así...
Por que en verdad
Un laberinto no conoce salida
Se dibuja el mismo
Extendiéndose hacia dentro.

3) El laberinto se dibuja a si mismo.
No avanza,
Devora el espacio,
Así como el Minotauro
Devora doncellas (como una boca que se como a otra boca,
que encierra a otra boca)

4) todas las palabras
todos los días
fueron de otros hombres
ahora son mías

Conclusiónes: siempre hay una mujer dispuesta a ser devorada.
La imagen del laberinto, es la imagen de lo que se pliega sobre si mismo, que por su movimiento endocentrico forma múltiples vías dentro de si, pero aun así solo guarda una sola salida.

Esa es la riqueza del laberinto.
No una trampa, o quizás si, la trampa de lo sagrado se acerca mas que otras a la imagen del laberinto.

El primer milagro falso que abre el espacio inicial para los millones de misterios, y por ello después al milagro verdadero.

Lo que aparece no es siempre el todo de lo que es.
Lo que seduce nunca suele estar donde se piensa.
Eso es el carácter móvil de la seducción

ahora que no estas... solo me queda esto

moverme y arder

dentro del laberinto

en que me encadenaste.

2 comentarios:

la Dama sol dijo...

mhh
Moragaux
me gusta mucho su blog.
Veo que es ducho en amores imposibles, por este post, y además, por las novias que no fueron al costado de su página.
Cada foto del costado derecho de su página debería ser un post, para comentarlo.
Me daban ganas de comentar su costado derecho, Moragaux.
Todas las mujeres son Ariadna? No se. Yo siempre me sentí más extranjera, como Medea. o como Casandra, la que ve pero no sabe como decirlo.
Sino, siendo mujer, también me siento como Ulises, conocedor de ardides. Si, creo que me identifico con Ulises, me ato al mástil para oír mejor.

Uh, tengo otra:

"Las mujeres somos como un caballo de Troya"
Generalidad decir "las mujeres" pero suena bello.

Besos!!!

Gaviota.

*AntagoniSta* dijo...

Me despierta misterio su casa, mucho para ver y más por descubrir...

Gracias por su visita, me llevo un poquitito del fuego que camina con ud, mi tarde es demasiado gélida.

Saludos.-